Día Mundial de la Libertad de Prensa / opinión

Hoy es 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, y quiero destacar la difícil situación en que se encuentran las personas que ejercen el periodismo, o que simplemente informan a través de redes sociales. En muchos lugares del mundo la libertad de información se encuentra amenazada por los gobiernos, quienes ejercen una estricta censura sobre la prensa, la radio y la televisión, cuando se trata de informar sobre determinados asuntos considerados peligrosos, o simplemente incómodos. También redes sociales, blogs y páginas webs, que constituyen un importante espacio de difusión de la información, sufren un estricto control de los gobiernos. En el último año se han cerrado periódicos, radios y televisiones en todo el mundo y se ha amenazado, encarcelado e incluso asesinado a profesionales de la información por ser críticos con sus gobiernos o con grupos armados locales. Se han dictado leyes restrictivas del ciberespacio, se han bloqueado redes sociales y se han endurecido la legislación penal para controlar y restringir el acceso a la información, además de utilizar software espía como Pegasus para vigilar comunicaciones de periodistas. Países como Rusia son claros ejemplos de la grave situación en que se encuentra la libertad de información. Miles de periodistas se enfrentan a amenazas, hostigamiento, encarcelamientos y condenas muy severas, e incluso torturas, y viven bajo la amenaza de ser incluidos de forma arbitraria en la lista de “agentes extranjeros”, situación que ha empeorado considerablemente desde el comienzo de la invasión en Ucrania. En países como Irán, donde se ha producido un levantamiento popular sin precedentes, las autoridades han censurado medios de comunicación, interferido canales de televisión por satélite, redes sociales y sitios webs, y han interrumpido deliberadamente las redes de Internet y de telefonía móvil durante las protestas para evitar la difusión de las escenas de violencia ejercida por las autoridades sobre manifestantes. Debemos defender la libertad de expresión e información y a las personas que ponen en riesgo su vida y su libertad por ejercerlas; sin una prensa libre, veraz y no manipulada corremos el riesgo de que las violaciones de los Derechos Humanos queden ocultas e impunes. Atentamente, Juan Carlos Payo Rey