La primera vez que yo pisaba África era una experiencia única e inolvidable. Cuando abrieron las puertas del avión, entraba un aire caliente y no había ningún autobús esperando a los pasajeros. El calor era tremendo, aunque pensé que era de los motores o del suelo. Hay que decir que llegue en abril, la temporada con más calor de todo el año. Íbamos caminando hasta una casita, donde nos controlaban el pasaporte y los visados. Todo era muy extraño para mí. Y todo era muy lento. Después teníamos que esperar, hasta que nos entregaron nuestras maletas. Era un aeropuerto muy primitivo, pero me gustaba así.
|
|