UGT apela a la “sensatez de las empresas” para que “no antepongan criterios económicos a la seguridad y la salud de las personas trabajadoras”
19 de abril de 2022.
La mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores a partir de mañana, 20 de abril.
Desde que se anunció la medida de eliminación de las mascarillas en
interiores, son muchas las personas trabajadoras que se han acercado a la
sede de UGT para saber cómo puede afectarles la medida en sus centros
de trabajo.
Las consultas provienen, sobre todo, de aquellos que trabajan en sectores donde
es muy difícil mantener las distancias de seguridad, bien porque se trata de
lugares de pública concurrencia con alta concentración de personas, bien porque
la actividad, por la configuración física de los puestos de trabajo, hace muy difícil
mantener las medidas de protección aconsejadas hasta el momento. Ese es el
caso, por ejemplo, de los denominados contact center, de las peluquerías o de los
centros de estética, entre otros.
Y es que, salvo en aquellas actividades donde seguirá siendo obligatorio el uso de
mascarillas, como sucede en los centros sanitarios, los centros sociosanitarios
residenciales y los transportes, en el resto, la obligatoriedad dependerá del
criterio que marque la empresa.
Sin embargo, según advierte la organización sindical, esto no significa que la
empresa de manera discrecional pueda decidir sobre tal cuestión, sino que la
decisión deberá basarse en la recomendación que realice su servicio de
prevención, y siempre tras haber analizado el riesgo.
Por eso, para UGT “es necesario exigir a los servicios de prevención que realicen
una evaluación del riesgo de exposición al covid-19 ajustada a las características
del trabajo y a las condiciones de especial vulnerabilidad que puedan presentar
algunos trabajadores”. “De esta manera”, de acuerdo con la secretaría de salud
laboral y seguridad de UGT Castilla y León, “sea cual sea la decisión que se adopte,
quedaría garantizada la seguridad y salud de las personas trabajadoras”.
Desde el sindicato recomiendan a las empresas donde no sea posible mantener las distancias (1,5
metros), no haya ventilación suficiente o exista una alta concentración de personas o personas
especialmente vulnerables que, “por sensatez”, se mantenga la obligación de utilizar mascarillas y que
“no antepongan los criterios económicos a la seguridad y salud de sus empleados”.
Cabe recordar que utilizar las mascarillas se ha perfilado como una de las medidas más eficaces para
contener la propagación del virus en los centros de trabajo. Por eso, los responsables de salud laboral de
UGTCyL advierten que “aunque hemos conseguido un nivel de inmunidad muy alto gracias a las vacunas,
el virus sigue entre nosotros y la mascarilla puede ser la única barrera entre el coronavirus y la persona
trabajadora”.