Estudio de DKV sobre la contaminación atmosférica y sus peligros


DKV Seguros y ECODES alertan de

los peligros para la salud causados por

la contaminación atmosférica

Según el Observatorio DKV Salud y Medio Ambiente 2010 realizado por ambas entidades,

300.000 personas en Europa podrían morir cada año por la polución

Ante las últimas noticias aparecidas referente a los problemas que la contaminación atmosférica está

generando en las grandes ciudades españolas, DKV Seguros, miembro del grupo asegurador Munich Re, y

Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) recuerdan la necesidad de poner en marcha medidas, desde las

empresas, las Administraciones Públicas y la sociedad, para evitar que la contaminación siga aumentando

hasta los extremos que este anticiclón está evidenciando.

DKV Seguros y ECODES han dedicado el II Observatorio DKV Salud y Medio Ambiente a estudiar

los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud. El documento, elaborado por un grupo de

expertos, da a conocer las principales causas de la contaminación atmosférica y los efectos que produce

sobre nuestro organismo. Bajo el título Contaminación Atmosférica y Salud, hace un repaso sobre los

últimos estudios realizados en torno a esta materia.

La calidad del aire que respiramos está directamente influida por la polución. En los últimos años, los

expertos han lanzado la voz de alerta sobre los daños que está sufriendo nuestro planeta a causa de la

creciente contaminación. Se trata de un hecho que, además, tiene una incidencia directa sobre nuestro

organismo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que alrededor de 2 millones de personas

podrían morir cada año por alguna causa atribuible a la contaminación atmosférica. La mayor parte se

producirían en los países en desarrollo donde las altas concentraciones de partículas se asocian con

300.000 defunciones prematuras anuales en Europa y 21.000 a la contaminación por ozono. En España, se

atribuyen a estas causas alrededor de 16.000 muertes prematuras.

En la actualidad tenemos la opción de elegir nuestros hábitos de vida pensando en nuestra salud. Sin

embargo, la elección de la calidad del aire que respiramos no está en nuestra mano. Por eso, es necesario

conocer cuáles son los principales peligros que podemos encontrar en nuestro entorno y que pueden alterar

el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

El informe pretende ser una herramienta de intercambio de experiencias en materia de salud y medio

ambiente, para fomentar la información y concienciar al sector asegurador sobre los nuevos riesgos

ambientales que existen para la salud de las personas.


Efectos de la contaminación del aire sobre la salud

Ante la situación que evidencian estas cifras, la toma de medidas contra los agentes contaminantes resulta

imprescindible, puesto que sus consecuencias en la salud pueden llegar incluso, como vemos, a la muerte.

Los principales efectos de la contaminación atmosférica en la salud van desde alteraciones pulmonares y

problemas cardíacos hasta el aumento del número de muertes, de ingresos hospitalarios y visitas a

urgencias. Además, es interesante destacar que, a medida que los efectos son menos graves, el porcentaje

de población afectada es mayor.

Existen grupos más vulnerables a estos efectos, entre los que se encuentran los niños, a quienes puede

afectar la función pulmonar, agravar el asma y causar síntomas como tos y bronquitis. Otros grupos

sensibles son las personas que sufren patologías respiratorias, cardiovasculares o diabetes, así como las de

edad avanzada con enfermedades crónicas. Estas personas deben tener especial cuidado, protegiéndose de

la polución.

Causas de la contaminación atmosférica

Los prestigiosos especialistas y expertos en la materia que han colaborado en la realización del estudio

señalan que el medio ambiente está sometido a una creciente contaminación química, que afecta

directamente a nuestra salud. Partículas como las PM10 (gruesas o de menos de 10 micras), que suelen

tener un importante componente natural, y las PM2,5 (partículas finas), que son más tóxicas, son algunos

de los principales contaminantes, como también el dióxido de azufre (SO2) y la mayoría de las

combustiones que producen óxidos de nitrógeno (NO y NO2). Otros gases como el monóxido de carbono

(CO) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), como el benceno, contribuyen, asimismo, a la

contaminación atmosférica. Entre los contaminantes secundarios, destaca el ozono troposférico (O3), que

puede encontrarse en concentraciones elevadas incluso en zonas alejadas de las fuentes de emisión. La

toxicidad de dichos gases y partículas puede provocar efectos adversos en el organismo si se produce una

exposición en altas concentraciones.

Es muy importante destacar que el deterioro de la calidad del aire en las ciudades está relacionado,

fundamentalmente, con el tráfico rodado, con una contribución superior al 75% de las emisiones de los

contaminantes que más preocupan, como partículas, óxidos de nitrógeno y otros precursores del ozono

troposférico. La reducción de dichos contaminantes resulta imprescindible debido al amplio porcentaje de

población expuesta y a sus serios riesgos para la salud, así como por sus importantes costes sociales,

ambientales y económicos.

El tráfico rodado y las actividades de construcción y demolición: principales contaminantes

La principal causa de contaminación atmosférica en ambientes urbanos es el tráfico (en las ciudades

españolas, supone entre un 40 y un 60%). El 50% de las emisiones de NOx en zonas urbanas se produce por

la combustión de vehículos, influyendo en los niveles de ozono. También se emiten diferentes metales por

la combustión de hidrocarburos y por desgaste de frenos y ruedas. Geográficamente, la topografía urbana y

el clima del sur de Europa hacen que la emisión del tráfico produzca mayor impacto en los niveles en el aire

respecto al centro y norte de Europa.


Por otro lado, las actividades de construcción y demolición constituyen otra fuente importante y muy poco

conocida de contaminación del aire en zonas urbanas, siendo los principales contaminantes las PM10 y los

NOx, ligados al tráfico de vehículos pesados y maquinarias diversas.

Estrategias para la mejora de la calidad del aire en zonas urbanas

Ante la gravedad de las consecuencias que producen en la salud los contaminantes atmosféricos, se hace

necesaria una rigurosa toma de medidas reguladoras tanto del tráfico rodado como de las actividades de

construcción y demolición. Para su cumplimiento, se requiere la aplicación de estrategias que permitan

reducir considerablemente este tipo de emisiones. Se trata tanto de medidas tecnológicas como no

tecnológicas: las primeras incluyen las restricciones de tráfico, delimitación de amplias zonas peatonales,

mejora del transporte público, impulso a los vehículos ecológicos y carriles bus y de alta ocupación, así

como restricciones de la velocidad y renovación del parque de vehículos. En cuanto a las principales

medidas tecnológicas, se encuentran el cumplimiento de las normas de emisiones Euro, el uso de motores

de gas natural y gases licuados de petróleo, híbridos, eléctricos y de hidrógeno, la mejora del combustible y

el tratamiento de gases y filtros de partículas, entre otras.

Asimismo, diversas prácticas en la construcción y demolición permiten reducir, en gran medida, esta fuente

de contaminación atmosférica urbana. En lo referente a la construcción, algunas de ellas son las siguientes:

comenzar la obra contra el viento dominante, cubrir las zonas finalizadas con vegetación, evitar la quema

de materiales, oponer barreras resistentes al viento y controlar la formación de barro. En el caso de la

demolición, se trataría, por ejemplo, de reducir la altura y desplome de los materiales, usar aspersores de

agua para reducir el polvo y cubrir correctamente las cajas de los camiones.

Rotundo éxito de los programas de reducción de agentes contaminantes

¿Un aire más limpio es sinónimo de salud? Indiscutiblemente, sí. Reducir la exposición de la población a

sustancias nocivas presentes en la atmósfera supone un aumento en términos de salud. Mediante diversos

estudios de intervención realizados debido a medidas legislativas, tecnológicas o sociales de muy distinta

índole (olimpiadas, huelgas en industrias, prohibiciones legislativas, planes de mejora, etc.) se pudo

comprobar que la reducción de contaminantes tuvo impactos muy positivos en la salud pública de la zona.

A corto plazo, el descenso de la concentración de contaminantes en la atmósfera supone un descenso de la

morbilidad y mejoras en la salud de la población asmática. A largo plazo, se reduce la tasa de mortalidad

por todas las causas, y en particular las respiratorias y cardiovasculares, y aumenta la esperanza de vida.

La Estrategia temática de Reducción de la Contaminación Atmosférica en Europa, un reto de aquí al 2020,

define los objetivos en reducción de la contaminación atmosférica y las medidas para alcanzarlos, con el

objeto de reducir de 370.000 muertes prematuras en el año 2000 a 230.000 en el año 2020. Por tanto, es

tiempo de actuar: la responsabilidad es de todos y es nuestra salud la que está en juego.

El Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente

El Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente es una iniciativa de DKV Seguros y la Fundación Ecología

y Desarrollo (ECODES) cuyo objetivo es el estudio y análisis de las últimas investigaciones realizadas en

materia de salud y medio ambiente. El Informe Contaminación Atmosférica y Salud es la segunda

publicación de una serie que se elabora cada año para analizar alguno de los temas identificados como de

estudio por el programa SCALE de la Unión Europea.

En la elaboración de la segunda edición del Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente han participado

reconocidos especialistas españoles en el ámbito de estudio: Julio Díaz, Cristina Linares, Ferran Ballester,

Elena Boldo y Xavier Querol.

Ecología y Desarrollo es una entidad sin ánimo de lucro cuyas actividades se encaminan hacia el

objetivo de contribuir a la implantación de un modelo de desarrollo sostenible, elaborando alternativas que

sean compatibles con el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.

DKV Seguros forma parte de Munich Health. La división internacional de salud del grupo Munich Re

opera en seguros y reaseguros con esta marca. Munich Re opera en todos los ramos y es una de las

reaseguradora líderes en el ámbito mundial, con más de 47.000 empleados en todo el mundo y 25 mil

millones de euros en primas sólo en reaseguro. La actividad de seguro directo se concentra en ERGO. Con

más de 17 mil millones de euros en primas, ERGO es uno de los principales grupos aseguradores en

Alemania y Europa, y 40 millones de clientes de una treintena de países confían en los servicios y la

seguridad que proporciona.

En España, el Grupo DKV está implantado en todo el territorio nacional, con una amplia red de oficinas y

consultorios en la que trabajan casi 2.000 empleados, y da servicio a cerca de 2 millones de clientes.

Su vocación es ofrecer a sus asegurados una gestión orientada a la calidad, caracterizada por una actitud de

innovación permanente en productos y servicios y por la especialización en salud y seguros personales.

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