Eurodiputados piden sanciones ejemplares por el escándalo de la carne de caballo para que no merezca la pena jugar con los consumidores


- Todos los grupos de la Eurocámara coinciden en aumentar los controles y estudiar la incorporación del etiquetado de origen de la carne. 

- El Comisario de Salud y Consumo de la UE, Tonio Borg, anuncia que los test de ADN realizados durante el mes de marzo "se harán públicos".
 
El Pleno del Parlamento Europeo ha debatido esta mañana sobre las medidas a tomar en el futuro para evitar nuevo s escándalos como el de la carne de caballo. El Comisario de Salud y Consumo de la UE, Tonio Borg,  recordó  que este escándalo "no supone un problema de salud pública ni de seguridad alimentaria, sino un problema de etiquetado". El comisario confirmó que todos los Estados miembros de la UE están realizando test de ADN en los productos de vacuno y caballo. Los resultados de las pruebas se harán públicos "con el fin de recuperar la credibilidad de los consumidores".
Borg anunció que la Comisión propondrá "cambios necesarios en la legislación de los veintisiete a raíz de esta experiencia". Estudian implantar más controles en la cadena alimenticia, como por ejemplo inspecciones no anunciadas por parte de los gobiernos nacionales. Propuso, también,aprobar sanciones proporcionales a los beneficios que obtengan las empresas que violen las normas, "porque si no vale la pena cometer un delito".  Además  indicó que "cada vez más Estados miembros están pidiendo que se incluya en los envases el etiquetado de origen ", petición que está en estudio por la Comisión y de la que estará elaborado un informe en otoño de 2013.
Turno de palabra
 
Richard Seeber, eurodiputado del grupo Popular Europeo (PPE), pidió una reflexión sobre "el sistema de control que tenemos que poner para que no sea rentable realizar estas prácticas" a las que se refirió como "actos delictivos". También solicitó que se vigile los sistemas de control que se realizan en los países de la UE, porque "no es inteligente decir que los Estados miembros se encargan de los controles si nosotros ponemos las normas".
"Los consumidores están sorprendidos de como la carne procede un país, se despieza en otro y se transforma en otro", advitió Linda McAvan,  representante del grupo socialista (S&D). Su  partido apoya el estudio que realiza la Comisión para implantar el etiquetado de origen como medida para recuperar la confianza de los consumidores ,  aunque reclamó más información sobre la revisión legislativa que anunció el Comisario Borg.
Medidas homogéneas
"¿Para qué tenemos la mejor legislación alimentaria si los Estados miembros no la ponen en práctica?", preguntó Chris Davies, eurodiputado  liberal (ALDE). Recordó que el ciudadano espera que las normativas sean homogéneas y eficaces en toda la UE, aunque lamentó que la Unión no pueda poner sanciones penales a quienes las incumplan.

El Grupo de los Verdes/ALE, a través de Carl Schlyter señaló que hoy por hoy "sigue mereciendo la pena falsificar",  por lo que pidió "sanciones más fuertes y graves" para lograr efecto disuasorio. Consideró  importante que "quienes quieran cometer fraude sepan que se les va a pillar" y señaló que "es más difícil controlar las cadenas alimenticias porque cada vez son más largas". "Los consumidores quieren saber si un animal ha sido criado y sacrificado en su país", añadió Schlyterpara concluir pidiendo "un mayor apoyo al mercado local".
"Si algo  bueno se puede extraer de esta crisis es que los consumidores vuelven a sus carnicerías locales", opinó James Nicholson, de los Conservadores y Reformistas Europeos  (ECR), quien también coincidió en reclamar buenas inspecciones para que quien quiera engañar, no pueda.
Críticas
Muy crítico se mostró el eurodiputado John Stuart Agnew, miembro del grupo Europa de la Libertad y de la Democracia (EDF) al señalar este escándalo como un "claro caso de incompetencia de la Unión Europea". A su juicio, los antiguos sistemas de control de determinados países de la UE habrían podido detectar la carne de caballo pero "el sistema implantado por la UE está abierto al fraude".
Martina Anderson, de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, pidió al comisario que el sistema de etiquetado que se estudia también "incluya los productos procesados y congelados".  
En el último turno de palabra, el comisario Borg reconoció que "no podemos esconder la cabeza en la arena porque se ha mermado la confianza de los consumidores". Pidió al Parlamento Europeo que se "realicen los esfuerzos que estén en nuestra mano", para que este tipo de prácticas fraudulentas no se produzcan más.

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