El PE apoya cambios en fiscalidad corporativa para adaptarla al entorno digital


  • El objetivo es un régimen fiscal único y sencillo para las empresas en la UE
  • Nuevas referencias para medir la presencia digital de las compañías y dónde deben abonar impuestos
  • Uso de datos para calcular la factura impositiva de las empresas

Las empresas pagarán impuestos donde generan beneficio en virtud de un nuevo sistema fiscal armonizado que calcula la factura digital de las empresas digitales mediante su actividad en línea.

El establecimiento de una base común consolidada del impuesto sobre sociedades -parte de una amplia propuesta dirigida a crear un régimen fiscal corporativo en la UE sencillo, claro y justo, recibió el respaldo de 483 eurodiputados, 145 votaron en contra y 69 se abstuvieron.
Otra medida complementaria que fija las bases para un sistema fiscal corporativo armonizado -la base común del impuesto sobre sociedades- fue aprobada con 451 votos a favor, 141 en contra y 59 abstenciones.
“Presencia digital” en un país para determinar el beneficio a gravar
Las dos medidas pretenden cubrir las lagunas legales que han permitido a empresas multinacionales y del sector digital rebajar de manera drástica su factura tributaria e incluso no pagar impuestos allí donde generan beneficios. Esto será posible en parte mediante la fijación de referencias para determinar si una compañía tiene “presencia digital” en un Estado miembro, y debe por tanto ver gravada su actividad.
El Parlamento quiere que la Comisión también utilice elementos como el número de usuarios o el volumen de contenido digital acumulado para concluir de manera clara dónde logra una empresa sus beneficios. Los datos personales son un activo de gran valor que compañías como Facebook, Amazon y Google utilizan para crear riqueza, pero que actualmente no son tenidos en cuenta a la hora de calcular lo que deben pagar en impuestos.
Una ventanilla fiscal única
Las compañías calcularían su factura fiscal sumando los beneficios y pérdidas de sus filiales en todos los Estados miembros. La cifra resultante debería repartirse entre los países en función de la parte del beneficio obtenida en cada uno. El objetivo es acabar con la estrategia de algunas empresas de trasladar su base fiscal a jurisdicciones con reducida carga impositiva.
Una vez que las propuestas entren en vigor, se aplicarían reglas comunes en todos los países. Las compañías no tendrían que lidiar con 28 legislaciones diferentes, y sólo tendrían que rendir cuentas ante una administración tributaria (ventanilla única).
Declaraciones de los ponentes
“Tenemos una oportunidad fabulosa para dar un paso de gigante en el ámbito de la fiscalidad corporativa; esta legislación no sólo creará un modelo más adecuado para la economía actual, al ser aplicable al sector digital, sino que frenará la competencia entre sistemas fiscales dentro del mercado único, al gravar los beneficios allí donde se generan”, señaló Alain Lamassoure (PPE, Francia), ponente para la propuesta sobre la base común consolidada.
“Las autoridades nacionales y de la UE son conscientes de que el modelo vigente de fiscalidad empresarial está desfasado y perjudica a los ciudadanos y las compañías más pequeñas. Hace falta actuar a nivel internacional para cambiar la situación. Tenemos una oportunidad de dotarnos de un sistema fiscal más justo y moderno”, agregó Paul Tang (S&D, Holanda), ponente para el texto sobre la base común.

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